La Comisión Europea ha propuesto incrementar los salarios mínimos a, al menos, el nivel del umbral de pobreza en todos los países de la UE. Un salario mínimo adecuado en toda la UE permitiría a su ciudadanía vivir dignamente. Garantizaría a todas las personas en la UE una renta mínima para pagar el alquiler, comprar alimentos saludables, continuar con su educación, acceder a atención sanitaria y, lo más urgente ahora mismo, pagar las facturas de electricidad. Para que todos los Estados miembros cumplan con esto, los Verdes/ALE piden una ley vinculante, es decir, una directiva sobre una renta mínima adecuada, mientras que la Comisión quiere mantener recomendaciones no vinculantes.
Los regímenes de renta mínima son una de las herramientas sociales más eficaces para sacar a las personas de la pobreza. Pero, ¿qué es exactamente una renta mínima? ¿Cómo nos puede beneficiar? Y, ¿cuál es el plan para una renta mínima en la UE?
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¿Cuál es la diferencia entre una renta mínima y un salario mínimo?
A menudo se confunde la renta mínima con el salario mínimo.
Un salario es una remuneración que se obtiene a cambio de realizar un trabajo en el mercado laboral. Los Verdes/ELA defienden firmemente que los salarios deben ser lo suficientemente altos para garantizar un nivel de vida digno. Recientemente, las instituciones de la UE han adoptado una ley para introducir un salario mínimo vinculado al coste de vida. Se trata de un gran paso hacia una Europa verdaderamente social, en la cual todas las personas puedan tener una vida digna. Ahora, depende de los gobiernos de la UE aplicar esta ley lo antes posible. La crisis del coste de vida está teniendo lugar ahora y las personas con salarios bajos necesitan este respaldo urgentemente.
Una renta mínima es una prestación social otorgada por organismos públicos a personas que, de forma temporal o durante períodos más largos, están fuera del mercado laboral y no tienen acceso a prestaciones por desempleo. Esta situación puede deberse a varios motivos: algunas personas pueden enfermar o atravesar una situación personal complicada; la demanda de mano de obra puede ser baja en una región determinada, o puede haber un desajuste entre la oferta y la demanda; quizás algunas personas no tengan suficientes estudios, aptitudes o la experiencia necesaria para acceder a un puesto de trabajo con un sueldo justo. Con frecuencia, las mujeres desempeñan tareas de cuidados no remuneradas. Esas son situaciones que podrían afectar a cualquiera de nosotros en determinados momentos de nuestras vidas. Algunas personas simplemente no pueden trabajar. En todos estos casos, una renta mínima permite vivir con dignidad.
Una renta mínima adecuada: ¿cuánto dinero necesitamos para vivir?
En todos los Estados miembros hay redes de protección y sistemas de prestaciones, como los regímenes de renta mínima. No obstante, el nivel de las rentas mínimas nacionales no es adecuado. «Adecuado» en este caso significa que la prestación es suficientemente alta para cubrir todos los gastos de alimentación, artículos y servicios que necesitamos para tener una vida digna. Ahora mismo, ese no es el caso en ninguno de los países de la UE.
Para que una renta mínima sea adecuada, debe fijarse al mismo nivel, o por encima, del llamado «umbral de pobreza», que es el 60 % de la renta nacional media. Este umbral varía muchísimo de un país a otro dentro de la UE. En Bélgica, actualmente asciende a 1085 euros al mes para una persona soltera y a 2279 para una familia con dos hijos. Incluso en un estado de bienestar rico y desarrollado como Bélgica, el 14,9 % de la población vive en la pobreza o está en riesgo de exclusión social. En Bulgaria, en 2023, el umbral de pobreza lo marca una renta de 257 euros, o menos, al mes. Alrededor de un millón y medio de ciudadanos búlgaros, o el 22 % de la población, viven actualmente por debajo de ese umbral. Tan solo en Irlanda los niveles de prestaciones se aproximan al umbral de pobreza nacional.
Con todo esto, no sorprende que la pobreza en Europa siga teniendo unos niveles inadmisiblemente altos. En 2021, en la UE había 95,4 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, es decir, un 21,7 % de la población. Unas rentas mínimas adecuadas contribuirían en gran medida a reducir la pobreza.
La dignidad de las personas es un derecho humano
Todas las personas tenemos derecho a vivir de forma digna. Todas las personas tenemos derecho a contar con un techo, a comer alimentos saludables, a beneficiarnos de atención sanitaria asequible, a acceder a educación de calidad. La pobreza atrapa a las personas pues las excluye del resto de la sociedad: es posible que se les niegue la participación y que se vean amenazadas por la inseguridad social y económica. Las rentas mínimas pueden ayudarlas a escapar de esta situación. La seguridad financiera que ofrece una renta mínima puede dar a las personas la oportunidad de participar en la sociedad, recibir formación, buscar empleo o hacer voluntariado para mejorar su situación.
¿Quién se beneficiaría más de una renta mínima?
Quienes se beneficiarían más de una renta mínima fijada de acuerdo al umbral de pobreza son aquellos grupos de personas con más probabilidades de sufrir en mayor grado inestabilidad económica y discriminación, como madres o padres solteros, mujeres, personas desempleadas de larga duración, personas de familias migrantes, personas del pueblo romaní y personas con discapacidad o enfermedades de larga duración. Para entenderlo mejor, hemos preparado algunos ejemplos en base a estadísticas nacionales.
¿De qué forma el acceso a una renta mínima adecuada beneficiaría a Ulrike, Lucija, Juan, y Jean?
- Ulrike, Alemania, 50 años, ama de casa
Ulrike ha sido ama de casa la mayor parte de su vida y no tiene ingresos propios. Depende económicamente de su marido, que con el tiempo ha adoptado comportamientos violentos. Si Ulrike tuviera acceso a una renta mínima suficientemente alta para su manutención, podría escapar de esa situación y hacer su propia vida. - Lucija, Croacia, 27 años, madre soltera
Lucija tuvo una hija a los 18 años. La crió con ayuda de sus padres, pero prefiere tener independencia económica. Sueña con estudiar para convertirse en trabajadora social. No tiene derecho a prestaciones por desempleo porque nunca ha cotizado a la seguridad social. Con una renta mínima adecuada podría hacer realidad ese sueño, pues esa cantidad mensual le serviría de red de protección durante la transición. - Juan, España, 19 años, estudiante
Juan no se lleva bien con su padre, que insiste en que se haga cargo de la granja familiar de escala industrial. Sin embargo, Juan quiere estudiar ingeniería. Para ello necesita ser estudiante a tiempo completo, pero sus padres se niegan a pagar los estudios. Lamentablemente, en algunos países de la UE, como España, solo se puede acceder a la renta mínima a partir de los 25 años de edad. Si Juan tuviera acceso a una renta mínima, podría pagarse un alquiler y estudiar ingeniería. - Jean, Francia, 56 años, exfuncionario
Jean no ha tenido suerte en la vida. Hace diez años sufrió un accidente de coche que lo dejó incapacitado para trabajar durante un tiempo. Perdió su empleo, empezó a beber y se sumió en una profunda depresión. Al cabo de un tiempo logró reencauzar su vida, pero lamentablemente no logra encontrar trabajo. Los empleadores se muestran recelosos y dicen que lleva demasiado tiempo sin trabajar. Puesto que está fuera del mercado laboral, ya no tiene derecho a percibir prestaciones por desempleo. Ahora está realizando trabajo voluntario que le resulta gratificante. Puede hacerlo gracias a la renta mínima que recibe. La cantidad apenas le da para vivir, así que alquila un piso junto a otras dos personas. Preferiría vivir solo, pero solo sería posible si su renta fuese más alta.
La propuesta de la UE para una renta mínima: ¿es social y ecológica en suficiente medida?
En su propuesta de septiembre de 2022, la Comisión Europea reconoce que la renta mínima debería fijarse como mínimo en el umbral de pobreza nacional. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, lamentablemente, la Comisión Europea solo emite «recomendaciones» a los Estados miembros. Estas recomendaciones no son vinculantes, de modo que los gobiernos de la UE no tienen la obligación legal de seguirlas.
Además, esta no es la primera vez que se pide a los Estados miembros de la UE aumentar sus prestaciones sociales a unos niveles dignos. Llevan años incumpliendo este objetivo. ¿Por qué iban a cambiar sus políticas de repente y cumplir con unos requisitos que ni siquiera son obligatorios?
Este es el motivo por el que el grupo de los Verdes/ELA ha estado pidiendo una nueva ley en la UE, es decir, una Directiva europea sobre la renta mínima. Dado que ha sido posible introducir una ley de aumento salarial, ¿por qué no sería posible también una ley de rentas mínimas?