Los precios de la energía se disparan en Europa y la ciudadanía tiene dificultades para pagar sus facturas. Como resultado, cada vez más personas viven en situación de pobreza energética, lo que significa que tienen dificultades para calentar, enfriar o iluminar sus hogares. El eurodiputado de Los Verdes/ALE, Ciarán Cuffe, dirige las negociaciones sobre la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) en el Parlamento Europeo.
En este blog, el eurodiputado Ernest Urtasun presenta en este artículo 5 razones por las que la EPBD es una gran ley para las personas y el planeta.
Alrededor de 54 millones de personas, es decir, el 11% de la población de la UE, sufren pobreza energética. Y estas cifras han ido en aumento desde el inicio de la crisis energética. El aumento del precio de los alquileres y del precio de la vivienda agrava aún más esta problemática.
Mientras tanto, siete de cada 10 edificios en Europa son ineficientes desde el punto de vista energético. Tienen fugas de energía por ventanas, puertas, paredes y tejados por el mal aislamiento. Las personas y organizaciones europeas -hogares, empresas y servicios públicos- gastan millones cada mes en energía que se desperdicia.
No podemos permitir que esta situación continúe. Ha llegado el momento de hacer más eficientes los edificios en Europa, proteger a la ciudadanía de la pobreza energética y reducir el precio de las facturas. Afortunadamente, ahora mismo la UE está negociando una nueva ley para renovar nuestros edificios. Se llama Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD en inglés).
¿Qué es la Directiva sobre la eficiencia energética de los edificios (EPBD)? Una nueva ley de la UE para renovar nuestros edificios
La Directiva sobrela eficiencia energética de los edificios (EPBD) es una nueva norma de la UE en fase de negociación que tiene el objetivo de reduci la factura energética y combatir la pobreza energética. ¿Cómo? Poniendo en marcha un plan de acción para renovar los edificios en Europa. Su objetivo es que el parque inmobiliario de la UE sea altamente eficiente desde el punto de vista energético y neutro desde el punto de vista climático para 2050.
Cada país de la UE es diferente (por ejemplo, el clima de Finlandia no es el mismo que el de Italia), por lo que se trata de un plan flexible. Cada país de la UE debe elaborar un plan nacional de renovación que se adapte a sus necesidades específicas. Sus planes incluirán objetivos de renovación que también se establecerán a nivel nacional.
Los países de la UE podrán aplicar exenciones dentro de sus planes nacionales de renovación para edificios históricos, religiosos, pequeños edificios y segundas residencias. Y los requisitos de renovación dirigidos a los edificios que más energía derrochan entrarán en vigor progresivamente y protegerán a los ciudadanos y ciudadnas, incluidos los inquilinos, de facturas de la energía elevadas.
Una Europa con edificios renovados y energéticamente eficientes será beneficiosa para las personas y para el planeta. Y lo que es más, la EPBD creará cientos de miles de puestos de trabajo locales de calidad y nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos climáticos.
Cinco razones por las que la EPBD es buena para las personas y el planeta:
- Abordará las causas profundas de la pobreza energética
La EPBD afronta el problema de la pobreza energética de dos maneras. En primer lugar, renovando primero los edificios que más energía gastan. En segundo lugar, introduciendo medidas de financiación, protección social y servicios de información.
Al empezar las renovaciones por los edificios que derrochan más energía (“edificios con peor rendimiento”), damos prioridad a las personas que viven en situación de pobreza energética. A menudo son las personas con menos capacidad económica los que viven en estos edificios y los más afectados por los altos precios de las facturas de la energía. Se introducen requisitos de renovación que los propietarios de edificios tendrán que cumplir en fechas fijas para garantizar la mejora de los edificios que más energía que más gastan. Esto se aplicará a los arrendadores privados, el sector público, los propietarios de hospitales, escuelas y otros edificios.
Las protecciones sociales cubriran a quienes no puedan permitirse renovaciones o aumentos de alquiler. Algunas de las protecciones sociales de la EPBD incluyen ayudas o topes a los alquileres, prioridad para las ayudas a la renovación y prioridad para los planes que sustituyan los sistemas de calefacción y refrigeración basados en combustibles fósiles en los hogares. También se pondrán en marcha miles de ventanillas únicas que ofrecerán información y asesoramiento gratuitos e imparciales sobre la renovación y el acceso a la financiación.
Los inquilinos se beneficiarán de la EPBD porque suelen pagar las facturas de la luz pero no influyen en el rendimiento energético de sus viviendas. La EPBD introduce requisitos de renovación y ofrece apoyo a los propietarios, al tiempo que protege a los inquilinos contra aumentos arbitrarios del alquiler o desahucios.
Más información sobre la lucha contra la pobreza energética en Europa en el Manual sobre Pobreza Energética de Los Verdes/ALE, elaborado con la Coalición por el Derecho a la Energía.
- Reducirá la factura energética a todo el mundo
La renovación tiene un claro impacto positivo en la factura energética. Cuanta menos energía consumamos, menos pagaremos. Los edificios neutros climáticamente consumen muy poca energía. Son muy eficientes desde el punto de vista energético. Están bien aislados, funcionan con energías renovables y pueden almacenar energía in situ. Incluso pueden devolver energía a la red para que otros la utilicen.
La EPBD garantiza que los ciudadanos y ciudadanas no tengan que asumir solos el coste financiero de la renovación. Dispone de un marco financiero claro que dirige el dinero público y privado a las renovaciones. Además, los gobiernos pueden recurrir a diversas fuentes de financiación de la UE para financiar las renovaciones. Hay ayudas financieras disponibles, y aún más a nivel nacional y europeo.
Los países de la UE también pueden aligerar la carga de los propietarios de viviendas, que podrían beneficiarse de más tiempo para cumplir las nuevas normas. También pueden prever exenciones, por ejemplo, si no se dispone de mano de obra suficiente para llevar a cabo las reformas.
- Creará cientos de miles de empleos
Se crearán puestos de trabajo en los sectores de la construcción, la renovación y las energías renovables, ya que los sectores público y privado tendrán que invertir. Las pequeñas empresas saldrán ganando, al igual que la economía en su conjunto.
Los edificios son el activo financiero más valioso de la UE, con un valor de decenas de billones de euros. El sector de la construcción emplea al 10% de la mano de obra de la UE. Más del 95% son pequeñas y medianas empresas. Un mayor índice de renovación y unas normas más estrictas para los edificios nuevos tendrán un efecto multiplicador sobre el empleo y el crecimiento en todos los sectores.
- Reducirá las emisiones de carbono
Los edificios representan aproximadamente el 40% del consumo energético de Europa y el 36% de las emisiones de carbono. Si renovamos los edificios europeos para que sean altamente eficientes desde el punto de vista energético y neutrales desde el punto de vista climático para 2050, podemos esperar una reducción significativa del consumo de energía. También recortaremos drásticamente las emisiones de carbono, con lo que tendremos más posibilidades de alcanzar el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050.
Y no sólo eso: la EPBD fomentará un entorno más saludable en el interior de los nuevos edificios, mejorando la calidad del aire, la contaminación y el ruido.
- Dará a los propietarios un papel activo en la transición energética
Los propietarios de viviendas pueden liberarse de las elevadas facturas energéticas y de la dependencia de los combustibles fósiles produciendo su propia energía renovable. La EPBD capacita a los propietarios de viviendas para que mantengan bajo control sus facturas de la energía mediante la producción de energía renovable (ya sea individualmente o como parte de una comunidad energética) y el uso de energía renovable. También permite a las empresas y a los ciudadanos y ciudadanas adaptar su consumo energético almacenando y liberando energía en los momentos adecuados, una práctica conocida como “respuesta a la demanda”. Esto puede conseguirse mediante dispositivos instalados en edificios renovados, como sistemas de automatización y control de edificios, o baterías de vehículos eléctricos.
Los edificios más modernos y eficientes con paneles solares, bombas de calor u otras energías renovables permitirán a los usuarios del edificio aprovechar la energía de forma gratuita.