Cumbre Unión Europea - América Latina

Desde que empezaran el pasado domingo, las distintas reuniones celebradas en el marco de la cumbre Unión Europea - América Latina y Caribe han ido concretando acuerdos concretos entre distintas partes de las dos regiones. Si bien en líneas generales se constata un avance en las relaciones birregionales, sobretodo comerciales, los avances en otros tipos de cooperación, como en el campo de los derechos humanos, brillan por su ausencia.

Raül Romeva, vicepresidente de los Verdes/ALE en el PE, ha manifestado:

"Cabe preguntarse las razones por las cuales al final se ha acabado cerrando el acuerdo con Centroamérica, teniendo en cuenta que las negociaciones se rompieron la semana pasada dadas las altas exigencias en cuota de mercado en productos autóctonos clave, como los lácteos, que imponía la UE. Si al final se han acabado imponiendo las condiciones europeas, no podemos estar satisfechos de que la UE continúe una vez más en la vieja lógica de conseguir acuerdos de libre comercio a toda costa, que suponen auténticos abusos comerciales, sin la más mínima consideración hacia los efectos que a medio y largo plazo sobre el desarrollo económico y la soberanía alimentaria de dichas regiones."

Por su parte, la diputada de los Verdes/ALE Catherine Grèze, delegada en la cumbre parlamentaria Eurolat celebrada en Sevilla la semana pasada, ha comentado:

"A pesar del escándalo del DAS, la desestructuración previsible de la economía colombiana y peruana, los maltratos de los pueblos indígenas, el conocimiento de sindicalistas asesinados en Colombia, y numerosos otros elementos preocupantes, la UE prosiguió con la intención de un acuerdo multi-partes que degrada a la Comunidad Andina (CAN), resquebrajando un posible acuerdo birregional, y que además es contrario nuestras valores."

Romeva, que en 2007 fue ponente del informe del Parlamento Europeo sobre feminicidios en América Central y México, ha añadido:

"Es triste comprobar que los acuerdos comerciales han sido precisamente firmados con Colombia y Perú, dos países además con un historial particular de severas violaciones a los derechos humanos. Precisamente, la cuestión de los derechos humanos es una de las grandes olvidadas de la cumbre. Si bien se menciona en alguno de los puntos de la Declaración final, estas referencias son inexistentes en el plan de acción vinculado a la misma. Es especialmente triste comprobar como finalmente las presiones del gobierno mexicano han conseguido impedir la aparición explícita del problema de los feminicidios, sustituyéndolo eufemísticamente por un compromiso en la lucha contra la violencia de género."

Finalmente, Grèze, ha recordado:

"Como fue el caso con los acuerdos de Cochabamba y Copenhague, cada día hay una mayor distancia entre las propuestas concretas de la sociedad civil y las de los gobiernos. Como fue dicho en el IV encuentro Enlazando Alternativas, si la UE quiere luchar contra el cambio climático no se debe limitar a grandes declaraciones y seguir en invirtiendo en mega-proyectos energéticos, sino que debe reconocer su deuda climática y dejar a los pueblos la posibilidad de elegir cual será su propio modo de desarrollo".