Pruebas de resistencia nuclear
El lobby nuclear presiona, la Comisión no debería ceder
La Comisión Europea debe aprobar mañana el informe sobre las pruebas de resistencia (estrés) a las centrales nucleares europeas al que se comprometió tras la catástrofe nuclear en Fukushima (Japón) de 2011.
De momento, lo que hemos podido conocer del borrador es que la Comisión confirma que un gran número de reactores nucleares en Europa muestran graves deficiencias en aspectos básicos para la seguridad. Asimismo, las pruebas propuestas no tienen en cuenta la totalidad de los riesgos potenciales, y tampoco exige el cierre de los reactores inseguros. En cualquier caso, se percibe una preocupante influencia del lobby nuclear, que está haciendo todo lo posible por diluir el contenido del borrador. Raül ROMEVA, eurodiputado de ICV y Vicepresidente de Verdes/ALE, comentó sobre este hecho:
"Me temo que este informe acabará siendo una farsa. Si bien el informe revela deficiencias en muchos de los reactores nucleares de Europa, no hay propuestas reales para revertir la situación, ni se sugiere cerrar ninguna central nuclear. Además, las pruebas de estrés no tiene en cuenta riesgos en áreas cruciales como el envejecimiento tecnológico, posibles ataques terroristas o incluso errores humanos.
El informe de la Comisión advierte de la precaria situación de algunas centrales españolas, como las de Almaraz, Ascó, Cofrentes y Garoña, pero se limita a reclamar que se tomen "medidas para prevenir explosiones de hidrógeno u otros combustibles gaseosos en caso de accidente". Asimismo, recomienda un "sistema de filtrado de ventilación de la contención".
Da la impresión de que, en lugar de aprender la lección que nos enseñó Fukushima, el informe busca simplemente contentar al lobby nuclear.
Sin embargo, la situación exige que la Comisión no ceda a las presiones de dicho lobby, y que apueste claramente por revertir las actuales y numerosas deficiencias de seguridad detectadas. No obstante, debemos advertir de lo siguiente: los costos de la inversión requerida por razones de seguridad son ciertamente elevados -hasta € 25 mil millones-, por lo que los inversores posiblemente sólo aceptaran desembolsar tal cantidad a cambio de alargar la vida útil de sus centrales nucleares, y eso sí seria del todo inaceptable. Estas pruebas deberían ser parte del camino hacia el abandono progresivo de la energía nuclear, y no una excusa para mantener activas las centrales.
Así pues, des de Verdes/ALE instamos a la Comisión a que no se doblegue ante el lobby nuclear y recomiende el cierre inmediato de aquellos reactores inseguros o viejos, así como un plan claro y definitivo de promoción de la eficiencia energética y de las energías limpias y renovables en detrimento de la nuclear".