Los costes de la corrupción en la EU
Corrupción / Nuevo informe
El Grupo de los Verdes/ALE ha publicado hoy un nuevo informe que analiza los costes de la corrupción en cada uno de los Estados miembros de la UE, de cara al Día Internacional contra la Corrupción este domingo 9 de diciembre. Las cifras, comparadas por primera vez con el coste de los productos y servicios nacionales ordinarios, muestran el verdadero coste de la corrupción en la vida de las personas. El informe concluye que con los 904.000 millones de euros anuales perdidos a causa de la corrupción en toda la UE podríamos acabar con el hambre en el mundo, eliminar la malaria, proporcionar educación, agua potable, higiene, asistencia sanitaria y electricidad y sobrarían 360 mil millones de euros.
En República Checa, por ejemplo, donde el Primer Ministro Andrej Babiš está actualmente envuelto en un escándalo de corrupción, se pierden más de 26.700 millones de euros cada año debido a la corrupción. Esto representa más del 12% del PIB, el doble del presupuesto sanitario del país (12.200 millones de euros), o 60 veces más que el presupuesto total del gobierno destinado a vivienda (452 millones de euros). El informe concluye que si el dinero perdido anualmente por culpa de la corrupción se dividiera entre todas las personas que viven en la UE, cada persona recibiría una media de 1.772 euros al año. A nivel nacional, si el dinero perdido por la corrupción en Chipre y en la República Checa se distribuyera equitativamente, cada persona podría recibir 2.500 euros al año, que se elevaría a 3.168 euros en Grecia o incluso 3.903 euros en Italia. Incluso en países con niveles relativamente bajos de corrupción, como Finlandia o Dinamarca, cada ciudadano podría recibir anualmente 727 o 782 euros, respectivamente.
El Grupo Verdes/ALE hace un llamamiento a la UE y a sus Estados miembros para que adopten una postura mucho más proactiva en la lucha contra la corrupción. El Grupo Verdes/ALE pide a la Comisión Europea que revise anualmente las prácticas anticorrupción en los Estados miembros y que aumente la financiación de las actividades de lucha contra la corrupción, que mejore la capacidad de la Oficina Europea de la Lucha Contra el Fraude, que refuerce la Fiscalía Europea, que proteja a los denunciantes, a los periodistas y a las ONG, y que garantice una mayor transparencia y control sobre la forma de que se asignan y se gastan los fondos de la UE.
Ska Keller, Copresidente del Grupo de los Verdes/ALE en el Parlamento Europeo comenta:
"La corrupción es el sucio secreto de Europa. La corrupción prospera gracias a la complicidad de quienes están en el poder, de las autoridades que miran hacia otro lado o cuando los medios de comunicación están controlados por unas pocas personas poderosas y no cumplen con su deber. Cada euro que desaparece en los bolsillos de los corruptos es un euro perdido en gasto público. Este verano, en Bucarest, cientos de miles de personas salieron a las calles para alzar la voz contra la corrupción desenfrenada de los poderosos rumanos. El Gobierno rumano debe luchar contra el hecho de que cada año se pierden decenas de miles de millones a causa de la corrupción. La Comisión Europea debe distribuir los fondos de la UE directamente a las iniciativas y proyectos de la sociedad civil si no está seguro de que el dinero desaparezca en canales oscuros".
Ernest Urtasun, eurodiputado del grupo Verdes/ALE en el Parlamento Europeo comenta:
"Este informe sitúa sobre la mesa el tamaño sistémico de la corrupción en España. La cifra de 90.000 millones de euros de costes directos e indirectos por la corrupción es espeluznante. En este estudio identificamos que este es un problema europeo y que ningún país se libra de esta lacra, con un coste comunitario anual de casi un billón, es decir, casi el PIB de España. Presentar los números de forma comparada con algunos programas de gasto nos da un orden de magnitud de la tragedia, ya que es cuatro veces más grande que la partida de ayuda a las personas desempleadas y casi la misma cantidad que nos cuesta la sanidad pública.
La naturaleza europea del fenómeno no sirve de excusa para poner la atención sobre el caso español. Además de presentar unas cifras escandalosamente altas, cabe recordar que en las recomendaciones específicas por país de 2017 vimos como la propia Comisión Europea alertó del impacto sistémico en la economía de la Corrupción en España. Existen evidencias de que la falta de confianza en las instituciones democráticas lastra la recuperación económica. Es muy preocupante que un 95% de la ciudadanía española considere la corrupción como generalizada."