Energía
El paquete de invierno de la Comisión Europea es un paso atrás en la lucha por el clima
Hoy miércoles 30 de noviembre, la Comisión Europea ha hecho público el llamado "paquete de invierno", un conjunto de medidas legislativas sobre el futuro de la política energética de la Unión Europea. Sin embargo, el paquete de medidas propuesto por la Comisión hoy carece de ambición y no permite alcanzar los objetivos marcados por el Acuerdo Climático de París.
Sobre este asunto el eurodiputado de EQUO (Los Verdes-ALE), Florent MARCELLESI, ha declarado:
"Las medidas legislativas que propone la Comisión Europea son completamente inadecuadas para limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C, acuerdo global que alcanzamos en París. El paquete de invierno carece de visión y no responde en absoluto al compromiso de la UE para reducir sus emisiones, realizar la transición hacia un sistema al 100% renovable, limpio y más democrático, en definitiva para luchar de forma efectiva contra el cambio climático. En lugar de alinear sus políticas con lo que se comprometió en París el año pasado, la Comisión ha presentado un plan para apaciguar a los Estados miembros y el lobby energético que desean continuar con los combustibles fósiles. ¿Seguirá la Comisión al servicio de las grandes multinacionales de la energía sucia o dará más pasos para que la energía limpia esté en manos de la ciudadanía?
Este paquete no va a permitir en absoluto cumplir con la promesa del presidente Juncker de hacer de Europa el número uno en energías renovables. El objetivo de una cuota del 27% para las energías renovables equivaldría a reducir a la mitad la tasa de nueva capacidad instalada anualmente durante la próxima década. Mientras tanto, los pagos por capacidad que la Comisión podría permitir, solo dan más aire a las grandes eléctricas y a sus centrales contaminantes de carbón y gas. Además, la falta de valentía de la Comisión sobre la energía nuclear es altamente decepcionante después del accidente de Fukushima y sus promesas anteriores. Bajo los planes de la Comisión, Europa se enfrenta a una década perdida para la transición energética limpia.
La Comisión sigue ignorando además los riesgos medioambientales de los agrocombustibles. La propuesta de establecer un límite del 3,8% para el año 2030 supone una mejora respecto al límite del 7% marcado para 2020, pero sigue siendo insuficiente: no queremos combustibles que compitan con los alimentos o provocan una brutal deforestación como es el caso del aceite de palma.
Por último, a pesar de algunos pasos positivos en este asunto, el objetivo sobre eficiencia energética no debe ser inferior al 40% si queremos que ello vaya acompañado de beneficios a corto plazo como la creación de empleo, mejoras en la salud o el alivio de la pobreza."