Acuerdos UE-Marruecos

En una votación que ha tenido lugar aún no hace una hora, el Comité de Agricultura del Parlamento Europeo ha decidido por amplia mayoría manifestar-se en contra de la ratificación de los tratados de libre comercio en productos agrícolas y pesqueros entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos(24 votos a favor del rechazo, por sólo 14 en contra).

Los acuerdos negociados por la Comisión Europea y las autoridades marroquíes suponen continuar con la lógica de una agricultura liberal, globalizada y especializada que favorece los intereses de grandes grupos a costa de los agricultores.

Muchos inversores europeos, anticipándose a esta apertura, ya han trasladado su producción a Marruecos.Tienen la esperanza de que podrán exportar frutas y verduras a precios inferiores a los costes de producción de los productores europeos. En España, la crisis de confianza causada por la bacteria E. Coli ha nublado los productores de corto y medio plazo. La llegada de miles de toneladas adicionales de tomates, melones, fresas o cítricos puede conducir a más quiebras.

Este acuerdo, además, tendrá unas consecuencias muy negativas en la agricultura familiar marroquí, que tendrá que hacer frente a una afluencia masiva de alimentos básicos como es la carne o los cereales. La afluencia de las importaciones de alimentos procesados, libres de impuestos (excepto la pasta), hipotecará la creación de una industria local de alimentos.

Tras la votación, Raül Romeva y Rueda, ponente responsable para el asunto en la Comisión de Pesca y Asuntos Marinos (PECH) y  Vicepresidente de Verdes / ALE, ha expresado lo siguiente:

"Este acuerdo se negoció en la mayor de las opacidades por parte de los servicios de la Comisión Europea y el Reino de Marruecos. Lo consideramos totalmente desequilibrado, y lamentamos que básicamente sirva a los intereses de las grandes empresas de la agroindustria, dejando de lado a los pequeños productores, ya sean marroquíes o europeos.

El voto del Comité de Agricultura del Parlamento Europeo es una señal importante para las Comisiones de Comercio Internacional (INTA) y de Pesca y Asuntos MarinOs (PECH) del Parlamento Europeo, que deben votar en breves semanas.

Asimismo, es un primer paso hacia la reapertura de unas negociaciones más justas que tengan en cuenta los intereses socioeconómicos de la mayoría. Los acuerdos comerciales deben ser instrumentos para corregir las desigualdades, y no para servir los intereses de los más privilegiados.

Hay que invertir tiempo y recursos a construir un espacio de comercio basado en la equidad entre las dos orillas mediterráneas. Sólo de esta manera podremos contribuir a fortalecer el desarrollo democrático esencial para la creación de una zona de estabilidad y cooperación ".