CETA
Los problemas de fondo permanecen sin cambios
El eurodiputado de ICV Ernest URTASUN ha declarado:
"Esta crisis en torno a la firma del CETA ha demostrado que es necesaria una revisión a fondo del Tratado con el fin de superar todas las incertidumbres que se mantienen. Las declaraciones interpretativas anexas no tienen valor legal y solo están destinadas a tranquilizar a los Estados reticentes.
Los problemas de fondo permanecen sin cambios. Tenemos un problema competencial grave y serias dudas de la compatibilidad con el derecho comunitario de los mecanismos de solución de diferencias entre los inversores y el Estado. Estos para tribunales no tienen ningún sentido ni los Estados miembros de la UE ni Canadá ni Estados Unidos no pueden ser considerados como estados sin garantías jurídicas que justificaran el establecimiento de un sistema legal y judicial paralelo. Esto supone una grave discriminación entre la ciudadanía y los actores económicos y podría tener impacto en los presupuestos públicos.
El Tribunal de Justicia de la UE se pronunciará en breve sobre la legalidad de los mecanismos de arbitraje (ICS/ISDS) en los acuerdos de libre comercio. Es un aspecto positivo del acuerdo este jueves al que debemos agradecer a Valonia, es una concesión importante, que se condicione el acuerdo a la validación de este mecanismo por parte del Tribunal de Justicia. Es significativo que la Comisión Europea no se haya pronunciado sobre esto, no se puede excluir que el tribunal reconozca la incompatibilidad de determinadas disposiciones del CETA con la legislación de la UE y las constituciones".
El eurodiputado de EQUO, Florent MARCELLESI, ha añadido
"Con el CETA se ha vuelto perder la oportunidad de darle la vuelta a la política comercial de la UE. Es decir, impulsar acuerdos de libre comercio vinculados al cumplimiento y promoción de las normas sociales, ambientales y de salud pública dignas de una democracia avanzada
Estamos viendo una vez más la renuncia de los dirigentes de la UE, apostando por una política comercial basada en la desregulación, con la esperanza de que con ello se consiga el crecimiento milagrosamente.
Todo ello ahonda en la indignación de la ciudadanía, cuya protección debería ser el centro de la política. La credibilidad de los líderes de la UE está en caída libre, y favoreciendo a una minoría privilegiada de empresas solo dan más motivos para la desconfianza".
