10 pasos a la justicia fiscal en Europa
1. Estatus europeo por las personas denunciantes
Estas personas son a menudo amenazadas, sufren la pérdida del trabajo y otras presiones económicas cuando denuncian prácticas ilegales o inmorales. Debe haber un protección europea para garantizar que no serán perseguidos y un fondo europeo, financiado con el dinero recuperados gracias a sus alertas en beneficio de todos, a fin de darles el apoyo necesario.
2. Transparencia pública de los acuerdos fiscales privilegiados (taxrulings)
El escándalo de Luxleaks puso en evidencia el abuso de estos acuerdos para pagar menos impuestos. No podemos tolerar que algunos estados miembros de la UE ofrezcan de manera secreta acuerdos privilegiados para las grandes compañías y pedimos la publicación de cualquier acuerdo entre los estados y las empresas para que la ciudadanía puedan conocer si alguna compañía goza de un trato privilegiado.
3. Transparencia sobre dónde pagan impuestos las grandes compañías (información pública país por país)
Las grandes corporaciones tienen que ser transparentes en relación a donde hacen negocio para garantizar que pagan los impuestos allí donde su actividad real tiene lugar. Deben hacer igualmente público donde tienen filiales, donde tienen empleados, donde declaran los beneficios y pagan impuestos, y también donde tienen activos y reciben subvenciones públicas.
4. Lucha contra el secreto fiscal y las compañías ficticias
Hay que saber quién es el propietario de los negocios para luchar contra las compañías ficticias, a menudo utilizadas para blanquear dinero negro o evadir impuestos. Mientras escuchamos que el secreto bancario se ha terminado, todavía hay mucho que hacer para garantizar el intercambio de información fiscal y prohibir la existencia de compañías ficticias en Europa.
5. Armonización de la base fiscal y el tipo impositivo a escala Europea
Necesitamos un tratamiento común de las bases fiscales y los tipos impositivos en toda la Unión Europea con el fin de parar la competición fiscal a la baja entre los Estados miembros y la carrera hacia la no imposición que supone. Por eso hay que mirar los beneficios de las multinacionales de manera consolidada a nivel europeo, para entonces hacerlas pagar allí donde tienen la actividad económica real.
6. Eliminar los agujeros negros fiscales actuales
Aunque hoy ya se han descubierto los principales agujeros negros fiscales, como el conocido como "el bocadillo Holandés/irlandés", los Estados miembros y los asesores fiscales no se detienen a buscar nuevas vías para ofrecer ventajas fiscales a las corporaciones. Denunciamos la multiplicación de agujeros negros fiscales como las "patent box" y las zonas libres de impuestos.
7. Sanciones por los paraísos fiscales
¡La hipocresía actual debe detenerse! Necesitamos sanciones económicas mayores contra los paraísos fiscales y las corporaciones que deliberadamente los utilizan para reducir su carga fiscal. Por eso necesitamos una definición europea de paraíso fiscal y la correspondiente lista negra de los que la forman (¡Que incluya los actuales paraísos fiscales europeos!)
8. Más investigación de las compañías que obtienen acuerdos fiscales especiales
Aunque Luxleaks incluía 350 grandes empresas, sólo se han iniciado unos pocos expedientes de investigación a nivel europeo. Hay que investigar más y que el dinero recuperados en casos de ayudas de estado encubiertas vayan al presupuesto de la Unión Europea.
9. Regular la "industria" de la erosión fiscal
Hay un mundo de asesores fiscales, abogados y otros profesionales que asesoran a los más ricos ya las corporaciones para mover sus beneficios allí donde no tributan. Necesitamos una separación entre la auditoría y la consultoría fiscal, y hay que reforzar el comportamiento ético para asegurar que estos asesores no participan en el proceso de formulación de leyes.
10. Mejorar las administraciones fiscales nacionales
La lucha contra la evasión fiscal no se puede llevar a cabo sin inspectores investigando sobre el terreno y que ayuden a los estados a recuperar su dinero. Está demostrado que los inspectores fiscales recuperan para el estado mucho más dinero de lo que cuestan. Sin embargo, las medidas de austeridad han llevado a las administraciones públicas a reducir una capacidad de inspección que hay que devolverla al nivel pre-crisis.